Cannabis medicinal: Por una vida sin dolor


Hace cuatro años Carlos Ossa, conocido por muchos como Goma, fue diagnosticado con esclerosis múltiple.
Y, en un primer momento, el peso de esas palabras le causó miedo.


“Pero un día acepté mi condición y decidí verme a mí mismo como un paciente y no necesariamente como un enfermo: tomar el caso como una condición y como una lección de vida. No como el fin”, me cuenta Carlos, quien hoy tiene 37 años, y, como muchísimas otras personas en el mundo, encontró en el cannabis medicinal un aliado para que sus días sean sin dolor.
Por él, por su lucha y por un mundo con una mejor calidad de vida, hoy quiero contarte esta historia tan necesaria como urgente.

Carlos es cocinero y tiene una trayectoria tan exitosa que cualquier universidad pudiera armar un caso de estudio y aprender. En su repertorio tiene el ultra poderoso @anti.burger, que además de llenar en su momento un espacio en el mercado que hoy muchos tratan de seguir, es de las marcas gastronómicas pioneras en la historia de nuestro país en incluir factores políticos y sociales en su narrativa, como el apoyo constante a plataformas informativas como Praxis, tener en el menú la Chickenpollo Anti Corrupción’’, El Panamá Libre que apoya fundaciones diversas bajo el lema ‘’justicia, transparencia y libertad de expresión’’, entre otras. También el sabroso @vsweetpanama y el nuevo lugar del que muchos ya están hablando @mangle.bar en la Calle Uruguay. Por eso cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple una de sus mayores preocupaciones fue que no iba a poder permanecer mucho tiempo en la cocina. También lo intranquilizaba las dificultades que tendría para practicar otra de sus pasiones, el skateboarding. Su cuerpo no era el mismo, y, entonces, empezó los tratamientos médicos.


“Como a la mayoría de los pacientes diagnosticados, me recetaron un tratamiento de interferones, medicamentos como la Gabapentina y otros para el dolor. Pero cuando los tomaba me sentía tan mal que decidí buscar otras alternativas”, me cuenta Goma, quien también es conductor de Antiburguer Full Spectrum, un programa en @radio10pty (88.1 FM) donde, de la mano del rock n’ roll, promueve el respeto a los derechos humanos y la importancia de la participación ciudadana. Celebro de pie y con batucada el apoyo que constantemente da a muchas fundaciones, incluyendo Fundación Iguales donde soy director.

Y con su voz, su cuerpo y su mente enfocadas en la convicción de llevar adelante una buena vida, Goma decidió ser un paciente empoderado. Me lo dijo tal cual: “Sabía que la marihuana era históricamente conocida por sus bondades y efectos medicinales, y que varios países venían legalizando su uso. Un amigo me envió un artículo donde decía que la esclerosis múltiple es de las condiciones o enfermedades con mayor evidencia científica comprobada con respecto a la eficacia de la marihuana. Investigando encontré que a nivel mundial los pacientes de esclerosis múltiple que consumen marihuana gozan de mejor calidad de vida. Así que por qué no buscar lo que le funcionaba a otros. No estoy en contra de los tratamientos tradicionales, sino que estoy a favor de que se abran nuevas puertas para quienes no funcionan de la mejor manera”.
Entonces viajó a Estados Unidos a reunirse con médicos y con profesionales de la industria cannábica. Y tras probar distintas fórmulas encontraron una que le funciona bien, que mejora su vida, que apacigua toda esa angustia que estaba padeciendo.
Una fórmula que lo ayuda a calmar los espasmos musculares, a disminuir el dolor y a conciliar el sueño. Y ahora Carlos me cuenta que se siente bien, que puede ir al trabajo, llevar una vida normal y hasta montar patineta de vez en cuando. “Con el cannabis logré suplantar los medicamentos para el dolor, medicamentos que me hacían sentir desanimado, confundido, cansado, sin ganas de mucho, así que también hay que recalcar que el cannabis me ayuda con mi estado de ánimo”.
El tratamiento que Carlos empezó en Estados Unidos no es posible hoy en Panamá, donde aún los médicos no pueden recetar ni desarrollar este tipo de terapias debido a la ilegalidad del cannabis.

“Legalizar no significa promover el consumo sino hacerlo más seguro e informado.
Esto es un tema de salud pública: cannabis medicinal no es fumar marihuana, es el uso regulado de la planta. Los estereotipos sociales ya no aplican (si es que algún día aplicaron). Esto no es un tema de hippies, ni fumetas. Los protagonistas del tema son pacientes, médicos, economistas, atletas, abogados, políticos, agricultores, desde niños con epilepsia hasta abuelitos con dolor. Si cada vez más países han legalizado su uso médico ¿por qué Panamá tendría que quedarse atrás?”.

Esa pregunta resuena durísimo dentro de mi. Hay una luz que esperanza: el proyecto de ley que busca regular el uso médico del cannabis en Panamá fue aprobado en Tercer Debate el pasado 30 de agosto y en la noche del 13 de Octubre fue sancionado por Presidente de la República, Lauretino Cortizo. Ahora luego vendrá la batalla para la reglamentación.
Carlos, en su rol de activista por los derechos del cannabis, estudia muy de cerca estas instancias.
“Hasta que no se reglamente seguiremos en lo mismo. Sin reglamentación no hay ley y sin ley los pacientes seguirán obligados a cometer ilegalidades por necesidad y quedarán expuestos a la interacción con el mercado ilegal. En mi caso, pude ir a Estados Unidos a empezar un tratamiento, pero se que para la mayoría de la población no es una opción. Esa fue la razón que me motivó a luchar por el derecho de todos a tener acceso oportuno a un medicamento que hoy día es legal en muchas partes del mundo. A luchar por un medicamento sano, seguro, accesible y de calidad. Porque la salud es un derecho humano. La evidencia existe, el dolor no espera y regular es cuidar”.
Y ese en cuidado, acompaño a Goma y tantas personas que lo necesitan: “Abogo por calidad de vida, por un día sin dolor”.

¡Que disfruten!

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