Alimentación sana desde nuestros productores


He conocido a Tomás, a quien agradezco que mi plato tenga tantos colores. 

Tomás empieza el día a las cuatro de la mañana rodeado de sus cultivos. Chequea los semilleros, monitorea la siembra; le aporta amor y cuidado cada uno de los elementos de la tierra que luego serán empaquetados -sin plástico- y distribuidos en los hogares de la ciudad de Panamá. El  mío, entre ellos.

Tomás trabaja la tierra junto a 25 personas más, la mayoría mujeres, en un proyecto llamado Ecospirt, un emprendimiento social y familiar, basado en agricultura orgánica, sostenible con el ambiente y construido desde la espiritualidad y el respeto por la naturaleza.

“La tierra cuida de nosotros y nosotros como hijos de la madre naturaleza debemos cuidarla, respetarla y amarla”, me dijo Tomás cuando tuve el gusto de visitarlo en Alcalde Díaz, una de las tantas fincas de pequeños productores que forman parte de esta iniciativa de alimentación sana y que permiten el desarrollo de nuestra gastronomía.

Libres de químicos y de agrotóxicos, producen apio, zucchini. zanahoria, ruibarbo, romero, eucalipto, fresas, zarzamoras, peras, durazno, aguacate, piña, guanabana, poroto, maíz, repollo, lechugas, nabo, mostaza, jengibre… 

Un universo de nutrientes, un universo de colores que alimentan, que Tomás y que Ecospirit sueñan con hacer crecer y cruzar fronteras como Marca País, para ser algo más que productores de vegetales y de frutas: ser instrumentos de luz, para sanar la mente, el cuerpo y el alma, por medio de la naturaleza.

¡Que disfruten!

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